martes, 21 de septiembre de 2010

ABRAZANDO LA NADA

Abrazando la nada,
extraño la delicada
tibieza de tu cara
en mi hombro apoyada.

Una férrea angustia;
una triste ilusión burda.
Deseos que nunca burlan
la realidad tan dura.

Racimos de olvido
que en lagar exprimidos
hacen el amargo vino
que nubla mi destino.

Pero ya no habrá vacío:
sólo nuestro nido
será refugio tibio
como sol de estío.

Curarás mis días
con suaves caricias
y tu voz de brisa
refrescará mi vida

Y juntas nuestras manos
serán ramas de un árbol
que crecerá en el campo
de los sueños realizados

sábado, 30 de enero de 2010

EL IMITADOR

Aquel que pudiera ver
en tus preciosas pupilas
el destello plateado
de las gotas al llover.

Aquel que pueda descubrir
en tu sonrisa luminosa
la resplandesciente estrella
que alumbra en su cenit.

Quien viera en tus labios
la rosada belleza absoluta
de atardeceres estivales
en horizontes dorados.

Aquel que llegue victorioso
a lo profundo de tu corazón
encontrará allí la armonía
de cielos claros de otoño.

Aquel que te ame tanto
como yo te estoy amando;
aquel que haga todo eso
me estará imitando...

Silvermann/ 2003