Sucederá en otoño
cuando el viento
revuelva feróz
los arboles dorados;
Cuando los plátanos
y los grises álamos
canten soplidos roncos
meciendose en cruijdos;
Cuando tus ojos tiernos
atraigan el oscuro
mirar de mis ojos turbios
y mis latídos agudos;
Cuando tus cabellos
cabalguen el viento
y tus labios tan bellos
florezcan como el ceibo;
Cuando te diga que te amo
que mi corazón ilusionado
por vos está penando;
Sucederá en otoño,
aunque amarte tanto
haya sido en vano.
viernes, 25 de marzo de 2011
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